martes, 21 de mayo de 2013

Homenaje en Fuerte San Cristóbal-Ezkaba


La memoria de tres que sobrevivieron

p.s.s. - Lunes, 20 de Mayo de 2013


Llegaron al monte Ezkaba de Iparralde o desde México, y ayer fue la primera vez que las descendientes de los tres supervivientes (aunque se baraja la opción de que haya un cuarto sin identificar) se reunieron en este homenaje en recuerdo a los protagonistas de la fuga del fuerte. Pilar Marinero, hija de José Marinero (quien acabó en México), agradeció la presencia a quienes se acercaron y a Txinparta por su labor, aunque no pudo continuar su agradecimiento por encontrarse visiblemente emocionada. Ana Fernández Urrutxaga recordó una entrevista que concedió su padre, Jovino Fernández, al periódico Solidaridad Obrera relatando sus días de marcha hasta alcanzar Francia. De Valentín Lorenzo, tercer fugado, se juntaron portando flores por su recuerdo varios familiares: su nuera, su sobrina, un nieto y un bisnieto. El momento de la ofrenda floral, antes del baile del aurresku por los dantzaris Ana Carmen Pla y Mikel Larumbe, se subrayó por los organizadores: "Una flor por cada preso, una por cada asesinado; una flor por la República; una flor a cada sueño perseguido; una flor a la memoria y a quienes la rescatan, una flor a la verdad; una flor de reparación no llevada a cabo, una a los sueños por la que dieron su vida".

las claves

El fuerte de san Cristóbal recuerda en el 75º aniversario de la fuga de sus muros a los represaliados por el golpe de estado del 36
"qué hice para que pusieran en mi vida tanta cárcel" es un verso de Miguel Hernández, poeta muerto en 1942 a causa de una enfermedad contraída durante sus años de condena carcelaria. Ángel Vaíllo, nieto de un asesinado en el fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba, recordó ayer esa frase ante la puerta cerrada de lo que antaño fue el penal por el que pasaron más de 5.000 presos. Lugar en el que, ayer, el grupo de Memoria Txinparta organizó un homenaje a los represaliados por la Dictadura franquista, reprimidos por el Golpe de julio de 1936 y, sobre todo, a los protagonistas de la fuga que mañana alcanza el 75 aniversario.

Homenaje contra el olvido
Por el recuerdo, testimonios y descendientes de los 'vencidos'
Desafiando al frío y a las cuatro gotas que cayeron al inicio del acto, a las doce del mediodía, otro año más el domingo más cercano al 22 de mayo -fecha en la que 795 presos se fugaron del fortín militar en 1938-, se reunieron más de 200 personas, con variedad de edades, muchas banderas republicanas, reseñas de la CNT y guiños de color morado, también amarillo y, sobre todo, rojo. La emotiva reunión fue dirigida con agilidad en euskera y castellano por los jóvenes Leire Alonso y Ekaitz Goikoetxea. Ángel Vaíllo recordó la historia de su abuelo, alcalde de Almoradí (Alicante), a quien se refirió como alguien del bando vencido a quien le tocó vivir ese tiempo en el que las leyes enmudecieron y donde la primera víctima fue la justicia. Vaíllo narró cómo se condenó en 1939 a su abuelo y cómo, en 2006, sus restos fueron exhumados en el llamado Cementerio de las Botellas, en las inmediaciones del fuerte de San Cristóbal.
Tras el crudo relato, con el que muchos asistentes rememoraron Historia e historias, el txistulari Martín Erro interpretó una aplaudida pieza: el fandango Zarra. Después de esta música, se mencionó a "los tres que sobrevivieron en aquella fuga: Jovino Fernández, José Marinero y Valentín Lorenzo". Por primera vez, familiares de estos tres fugados que consiguieron mantener la vida fuera del fuerte tras la escapada, participaron en el homenaje. Lucía Socam, cantautora sevillana que trabaja con la música por la memoria histórica, dedicó a las descendientes de los tres supervivientes venidas de Iparralde y México varias canciones. "Estos actos son necesarios", expresaron tres miembros de asociación francesa Tierras de Memoria y Lucha, de descendientes de republicanos españoles arrestados en el campo de concentración de Gurs (Francia).

Además de los familiares de los tres que vivieron -tras la huida, 207 hombres fueron asesinados; otros 14 fueron fusilados en la Vuelta del Castillo y 570 fueron devueltos a la prisión-, algunas personas llevaron a las puertas de San Cristóbal la memoria de familiares. Ese fue el caso de Sol Gómez, quien alzó la voz por su bisabuelo, Andrés Carriedo Callejo, leonés que participó en la fuga y estuvo retenido en el fuerte. Asimismo, Xoxe Ramón Pousa, venido de Galicia, agradeció la labor de quienes trabajan por la memoria, ya que hace poco descubrió que su tío-abuelo, junto a 21 compañeros, estuvo preso en estas paredes y participó en la fallida huida.

Antes de cerrar el acto, como todos los años, los presentes fueron dejando una flor en las puertas de la fortaleza por el recuerdo y por cada persona que allí estuvo recluida.

http://www.noticiasdenavarra.com/2013/05/20/sociedad/navarra/la-memoria-de-tres-que-sobrevivieron

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