La Agrupación de Familiares y Amigos de Fallecidos en la Prisión de Valdenoceda los entregará el sábado junto a los de otros 13 hombres
A.C. / Valdenoceda
Las familias de los burgaleses Anesio Rodríguez Martínez y Antonio Salazar Martín podrán recoger el sábado sus restos 71 años después de su muerte. Lo harán en un acto convocado por la Agrupación de Familiares y Amigos de Fallecidos en la Prisión de Valdenoceda, que se celebrará en el Ateneo de Madrid y en el que también se hará entrega de los restos de otros tres hombres. Para todos sus seres queridos ya se ha disipado una incertidumbre arrastrada desde la contienda civil.Anesio Rodríguez nació en la localidad de Higón, en el Alfoz de Santa Gadea, y Antonio Salazar, en Sasamón. Junto a ellos también ha sido identificado David Díez Guinea, nacido en la localidad vizcaína de Orduña, pero que vivió y desarrolló la mayor parte de su trayectoria en la población de Villanueva Carrales, en el Alfoz de Bricia. Ellos forman parte del grupo de 15 personas identificadas con pruebas de ADN de entre las 114 exhumadas de la fosa común del cementerio de Valdenoceda a lo largo de la campaña realizada por esta agrupación en 2007 con el apoyo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Junto a los tres burgaleses, el resto proceden en su mayoría de La Mancha y Andalucía.
Todos los restos se encuentran en Madrid, donde primero pasaron por un estudio antropológico de los huesos y ahora están siendo sometidos a las pruebas de ADN para compararlo con el de 35 familias que la agrupación ha logrado localizar. El paradero del resto de familiares de los 153 presos enterrados en Valdenoceda, de los que se conoce su nombre gracias al registro de las defunciones en el archivo del Ayuntamiento de la Merindad de Valdivielso, no se ha logrado localizar.
En catorce casos, los estudios osteológicos han servido para identificar sin apenas dudas a los fallecidos, pero sus familias no han aparecido y no hay con quien cotejar las pruebas de ADN, que se están realizando gracias a nueva ayuda de 60.000 euros obtenida por la Agrupación gracias a la Ley de Memoria Histórica. La primera que obtuvieron, de la misma cuantía, la destinaron a los trabajos de exhumación. Así pues, aún queda trabajo por delante a la agrupación, que impulsó José María González y que cada 17 de abril rinde homenaje a los miles de hombres que pasaron por los muros de este penal de castigo entre 1938 y 1943.
De Diario de Burgos Digital
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